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Los Sombreros del Oto​ñ​o. Pablo Neruda en M​ú​sica

by Nelson Poblete

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1.
Hermana del agua Empañada Y de sus adversarias Las piedras del río. La arcilla evidente, La tosca madera, Cuando levantabas Soñando la frente. En la noche de Capri Caían espigas De tu cabellera; Y en mi pensamiento Volaba el enjambre Del campo de Chile. Mi sueño desviaba sus trenes Desde Antofagasta Entraban lloviendo En el alba De Pillanlelbún, Allí donde el río Recoge el olor De la vieja curtimbre. En la noche de Capri Caían espigas De tu cabellera; Y en mi pensamiento Volaba el enjambre Del campo de Chile.
2.
Amiga es tu beso El que canta, Como una campana en el agua De la catedral sumergida Por cuyas ventanas Entraban los peces Sin ojos, Las algas viciosas. Abajo en el lodo Del lago Llanquihue Que adora la nieve Tu beso despierta el sonido Y propaga las islas, Las islas al viento. Amiga es tu beso El que canta, Como una campana en el agua De la catedral sumergida, Tu amor amasó las palabras, Dispuso el color de las algas. Abajo en el lodo Del lago Llanquihue Que adora la nieve Tu beso despierta el sonido Y propaga las islas, Las islas al viento.
3.
Todos esos señores estaban dentro Cuando apareció completamente desnuda, Ellos habían bebido y comenzaron a escupirla, Ella no entendía nada; Recién salía del río. Era una sirena que se había extraviado, Los insultos corrían por su carne lisa; La inmundicia cubrió sus pechos de oro, Sus pechos de oro. Ella no sabía llorar, Por eso no lloraba. La tatuaron con cigarrillos Y con corchos quemados; Reían hasta caer al suelo de la taberna, De aquella taberna. Ella no hablaba Porque no sabía hablar. Sus ojos eran color de amor distante, Sus brazos eran topacios gemelos; Sus labios se habían cortado en la luz del coral, En la luz del coral. No sabía vestirse, Por eso no se vestía. Y de pronto salió por esa puerta, Apenas entró en el agua quedó limpia, Relució como una piedra blanca Bajo la lluvia; Y sin mirar atrás Nadó de nuevo hacia nunca más.
4.
Esta es la historia de un hombre encendido Su memoria es un hacha de guerra; Hoy abro el sepulcro del claro bandido, Hoy rompo el olvido que ahora lo entierra. Hubiese podido cambiar el camino Tal vez aquel hombre perdido en el viento; La sangre vertida por los asesinos Le puso en las manos un rayo violento. No pudo Ni la noche nevada su paso detener. Un bandido De alma enlutada; Ni duelos ni heridas pudieron con él. Hoy ya no podemos mover el destino De este forajido, de su vida inquieta; De mi compatriota, el noble bandido Conocido como don Joaquín Murieta. No pudo Ni la noche nevada su paso detener. Un bandido De alma enlutada; Ni duelos ni heridas pudieron con él.
5.
Down goes the river, Down goes the south, I've lost my ring, I've lost my soul. Go sailor, go, But don't inquire Where I have hidden My own heart. My heart is there, There, there, In no man's land. Down go the winds, Down go the clouds, I've lost my ring I've lost my soul.
6.
Nadie me escucha, puedo hablar por fin, Un niño en las tinieblas es un muerto. No se porqué tendría que morir Para seguir sin rumbo en el desierto. Fue mi cuerpo primero separado, Degollado después de haber caído, No clamo por el crimen consumado, Solo reclamo por mi amor perdido. De tanto amar llegué a tanta tristeza, De tanto combatir fui destruido, Y ahora entre las manos de Teresa Dormirá la cabeza de un bandido. Soy solo una cabeza degollada, No se mueven mis labios con mi acento; Los muertos no debían decir nada Sino a través de la lluvia y el viento. De tanto amar llegué a tanta tristeza, De tanto combatir fui destruido, Y ahora entre las manos de Teresa Dormirá la cabeza de un bandido. Nadie me escucha, puedo hablar por fin, Un niño en las tinieblas es un muerto. No se porqué tendría que morir Para seguir sin rumbo en el desierto. ¿Pero cómo sabrán los venideros Entre la niebla la verdad desnuda? De aquí a cien años pido compañeros Que cante para mí Pablo Neruda.
7.
Con una rosa en la mano Ha muerto Joaquín Murieta, Y dejó llena de rosas La tumba de su Teresa. Se fue besando la tierra Donde dormía su esposa, Desarmado lo mataron, Llevaba solo una rosa. Llevaba solo una rosa, Para Teresa la muerta, Se multiplicó la flor Con sus heridas abiertas. Con una rosa en la mano Ha muerto Joaquín Murieta, Y dejó llena de rosas La tumba de su Teresa. Murió como muere un rayo, Y cayó junto a su muerta, Del miedo que le tenían Le cortaron la cabeza. Con una rosa en la mano Ha muerto Joaquín Murieta, Y dejó llena de rosas La tumba de su Teresa.
8.
Entre morir y no morir Me decidí por la guitarra; Y en esta intensa profesión Mi corazón no tiene tregua; Porque donde menos me esperan Yo llegaré con mi equipaje A cosechar el primer vino En los sombreros del otoño. Entraré si cierran la puerta Y si me reciben, me voy. No soy de aquellos navegantes Que se extravían en el hielo; Yo me acomodo como el viento Con las hojas amarillas, Con los capítulos caídos De los ojos de las estatuas. A los largo de los renglones Habrás encontrado tu nombre. Lo siento muchísimo poco, No se trataba de otra cosa; Sino de muchísimas más, Porque eres y porqué no eres; Y esto le pasa a todo el mundo, Nadie se da cuenta de todo. Entre morir y no morir Me decidí por la guitarra; Y en esta intensa profesión Mi corazón no tiene tregua; Y cuando se suman las cifras Todos éramos falsos ricos; Y cuando sumamos las cifras Ahora somos nuevos pobres.
9.
Tal vez el amor restituye Un cristal quebrantado En el fondo del ser. Una sal esparcida y perdida, Perdida entre sangre Y silencio. El poder que no impera Sino adentro del goce y del alma, Y así en este equilibrio Podría fundarse una abeja, O encerrar las conquistas De todos los tiempos En una amapola, En una amapola. Porque así de infinito es no amar Y esperar A la orilla de un río redondo. Tal vez el amor restituye Un cristal quebrantado En el fondo del ser.
10.
La dejé en la puerta esperando Y me fui para no volver, No supo que no volvería. Pasó un perro, pasó una monja, Pasó una semana y un año, Las lluvias borraron mis pasos Y creció el pasto en la calle; Y uno tras otro como piedras, Como lentas piedras los años Cayeron sobre su cabeza. Entonces la guerra llegó, Llegó como un volcán sangriento; Murieron los niños, las casas, Y aquella mujer no moría. No supo que no volvería. Se inundó toda la pradera, Los dulces dioses amarillos Que hace mil años meditaban Salieron del templo en pedazos; No pudieron seguir soñando. En donde estuvo la ciudad Quedaron cosas cenicientas; Hierros torcidos, infernales Cabelleras de estatuas muertas, Y una negra mancha de sangre, Y aquella mujer esperando. No supo que no volvería.
11.
Amo el amor de los marineros Que besan y se van. Dejan, dejan una promesa, No vuelven nunca más. En cada puerto una mujer espera, Los marineros besan y se van; En cada puerto una mujer espera, Los marineros besan y se van Besan y se van. Una noche se acuestan con la muerte En el lecho del mar; Amo el amor de los marineros Que besan y se van.
12.
Espacios 01:51
Soy de allí del océano, Y de la Patagonia Agachada por el vendaval; Por el peso de la soledad rencorosa, Volando va el vuelo, La furia y el orden longitudinal. La borrasca llegando, El transcurso quemando La dura nostalgia, Tragando la niebla Las aves, Las aves del mar Hipnótica herencia olvidada, Mi corazón espera Entre el pasto y los ríos; Las aves del mar En triángulo atraviesan la espalda Del cielo como un escalofrío. Y en su movimiento Reúnen a un tiempo La tierra salvaje, La dura distancia, La niebla, La niebla del mar. Soy de allí del océano, Y de la Patagonia Agachada por el vendaval.

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Presentación Álbum
«Los Sombreros del Otoño. Pablo Neruda en Música»

Pablo Neruda está profundamente arraigado a la identidad de Chile, y a la lucha de su pueblo por un futuro mejor. Al mismo tiempo, es un personaje cosmopolita que vivió en varios países como diplomático y hombre de cultura. ¿Pero es este aspecto cosmopolita en Neruda un rasgo gratuito de su personalidad?
Neftalí Reyes nació en Parral, una ciudad en el centro de Chile, pero creció en La Frontera, que era entonces una región nueva, semisalvaje y violenta, también conocida como La Araucanía, habitada por inmigrantes de todo el mundo que aprendieron a convivir con los mapuches, o araucanos, los originarios habitantes de aquella tierra.
La ciudad de la infancia y adolescencia de Neruda es Temuco, una ciudad de zinc y madera, donde la casa de madera es como el bosque dentro de la ciudad, donde aún puede oírse el canto de los pájaros muertos que fueron derribados con el gran árbol donde estaban sus nidos.
En los años veinte, Temuco es una babel de diferentes lenguas, donde la mayoría no habla aún el castellano, y donde los negocios exhiben sobre las puertas enormes llaves, martillos gigantes, o un caballo embalsamado; para que los mapuches y los inmigrantes sepan que allí está la cerrajería, la ferretería, o la talabartería. Así, Temuco como ciudad de Frontera, posee todos los tipos humanos que se encuentran en cualquier relato de «Frontera», que a diferencia de un límite geográfico entre dos países o regiones, debe entenderse como un territorio donde personas de diferentes sangres y culturas buscan su lugar en el mundo.
En este disco, he querido reflejar el espíritu de la Frontera, ese territorio del espíritu que se traduce en una mentalidad y una forma de vivir.
Comencé con la idea de hacer algunas canciones de estilo folk eligiendo algunos textos de Pablo Neruda, que pudiesen ser parte de una «literatura de Frontera», y me encontré con algunos poemas que hablan del bandolero chileno Joaquín Murieta en la California de 1850. Continué así musicalizando versos que hablan sobre asuntos existenciales, como el amor en sus diferentes formas, ya sea reencontrado o perdido para siempre; sobre aquellos marinos que besan y se van; de pequeñas fábulas que hablan sobre la condición humana; o de sencillos poemas que evocan el Sur de Chile donde, como diría Neruda, "lluvia y viento, y sombra hacen la vida".

Nelson Poblete
La Haya, Holanda, otoño, 2016

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Agradecimientos

En este trabajo me acompaña en la mandolina y la guitarra Nashville, mi compañero de tantos conciertos, el californiano Ricky Araiza; y también cuento con las colaboraciones de dos de mis más queridos amigos, el pianista bretón Jean Noël Rozé, en "Tal Vez el Amor"; y mi entrañable amigo, escritor y músico barcelonés, Francesc Miralles, tocando la melódica en "Amo el Amor de los Marineros". La ilustración de la portada del álbum pertenece a mi amiga Zuria White. Por último, quiero agradecer a mi amigo y manager Olivier Albagnac, por darme ánimos para terminar este disco, y organizar las conferencias que hemos hecho en Francia sobre la poesía de Frontera de Pablo Neruda. A todos ellos, muchas gracias por ayudarme a dar vida musical a estos versos.

credits

released October 1, 2016

Grabación y Producción Musical: Nelson Poblete
Grabado en FGR (Free Gluten Records)
Diseño de Portada: Zuria White

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Nelson Poblete France

Nelson Poblete, an author, composer, and performer, has cultural roots in Chilean, Catalan, and British backgrounds. He spent much of his career in Barcelona, winning awards at festivals. He lived in Manchester, playing Irish music in pubs, and performed across Europe. He now resides in Brittany, France. ... more

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